El expresidente de la Reserva Federal de
Estados Unidos, Alan Greenspan, recomendó que para una economía como la de
República Dominicana lo ideal sería mantener los niveles de deuda por debajo
del 20% del producto interno bruto (PIB).
La realidad es que el Departamento de
Crédito Público del Ministerio de Hacienda publicó que al 28 de febrero de 2013
el saldo de la deuda del sector público no financiero (SPNF) alcanzó los
US$20,395.4 millones, que representa un 34.1% del PIB estimado este año.
Economistas como Iván Rodríguez ubican la deuda pública del país (externa más
interna) en más de un 46% del PIB.
Greenspan hizo la observación durante la
conferencia magistral que ofreció ayer en el país ante empresarios y
autoridades gubernamentales, incluyendo al gobernador de Banco Central, Héctor
Valdez Albizu, en la que destacó los resultados positivos que ha tenido la
implementación de objetivos inflacionarios y la importancia de manejar esas
estimaciones con discreción para evitar presiones indeseadas en los mercados,
que podrían conducir a la elevación de las tasas de interés.
El experto destacó que República Dominicana
aún se está saliendo de la crisis bancaria que estalló en 2003, por lo que
tiene por delante el reto de conseguir que los mercados internacionales crean
que, si bien es cierto que esta es una limitación fiscal seria, la administración está firmemente
comprometida en mantener los niveles de déficit bajo control, pues solo así se
puede lograr bajar las tasas de interés.
Sobre
la dolarización de la economía
Greenspan señaló que la idea de dolarizar
la economía de República Dominicana, como se ha contemplado en alguna ocasión,
tiene potencial de estabilización porque se estaría forzando la estructura
política del país, que puede ser volátil, a una economía que estaría vinculada
al resto del mundo.
Sin embargo, señaló que se trata de un paso
que debe darse con mucho cuidado, pues Argentina trató de hacer algo similar
cuando enfrentó la crisis en 2001, y logró manejar la tasa de inflación, las
tasas de interés y estabilizar la economía, pero el sistema político y la
cultura de ese país en ese momento eran tales que con la bajas tasas de interés
se comenzaron tomar préstamos y el resultado fue que las presiones sobre las
reservas del banco central comenzaron a bajar y hubo un aumento del consumo y
en la demanda de dólares. En esa ocasión el banco central tuvo que intervenir y
pasó de 1 por 1 a 3 por 1, en un período de tiempo muy corto, enfatizó el
experto.
“La dolarización tiene potencial de
beneficios tremendos si se tiene voluntad política de adaptarse a ese cambio.
Es algo riesgoso. Yo esperaría... a tener mayor credibilidad de mercado”,
consideró.
Panorama
internacional
Alan Greenspan señaló que, a pesar de las
estimaciones que constantemente hacen los especialistas, es difícil precisar
hacia dónde se dirige la economía mundial. “Nadie sabe lo que va a pasar con
los mercados, pero nadie quiere admitirlo, especialmente los profesionales que
ofrecen asesoría sobre el tema, pero yo he estado aquí sufi ciente tiempo para
saber que tienen razón el 50% del tiempo y el otro 50% no la tienen”, dijo.
Enfatizó que los mercados suelen probar los
diferentes niveles, así que un mercado que ha subido abruptamente tiene la
tendencia a bajar no se sabe cuánto, pero si la economía es débil ese nivel
será penetrado y bajará aún más. “Subestimamos lo que los valores del mercado
hacen a la actividad económica real y al empleo real. Es una interacción
sumamente compleja”, enfatizó.
El experto apuntó que lo importante es que
existe un miedo al futuro y eso ha tenido un efecto dramático en los Estados
Unidos, donde ha habido problemas con el presupuesto fi scal y se ha creado una
gran incertidumbre sobre cuáles serán las tasas de ingresos corporativos e
individuales. “A menos que seamos capaces de alejar esa incertidumbre y
regresar a la normalidad, de la cual estamos muy alejados en estos momentos,
será muy difícil tener una economía mundial que acelere de manera viable, pero
sí pienso que podemos conseguirla”, enfatizó.
“Cuando me pongo pesimista sobre Estados
Unidos recuerdo que en 1940 acabábamos de atravesar una época de luchas severas
y la visión de muchos economistas era que se había acabado la era de EE. UU.,
sin embargo en menos de diez años la economía estaba con la locomotora a todo
vapor, así que no estoy muy seguro de que dejemos de infl uenciar al mundo a
largo plazo, como lo hemos hecho hasta ahora, pero sí estoy preocupado a mediano
plazo”, expresó Greenspan.
Fuente: Listindiario.com
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