Las crisis económicas que han afectado al mundo desde
comienzo del siglo pasado, han causados grandes efectos en la economía de cada país
afectado y en las finanzas personales de cada habitantes en particular,
ocasionando esto, que los seres humanos hayamos tenidos que cambiar nuestro patrón
personal de consumo, surgiendo así un nuevo concepto, el consumo personal
responsable.
Se entiende por consumo
personal como las adquisiciones de bienes y servicios en que incurren las personas
para satisfacer sus necesidades primarias
y secundarias en un momento determinado. Hay que resaltar, que muchas veces,
parte de este consumo puede ser innecesario, porque no representan una
verdadera necesidad que debe ser suplida en ese momento y que por lo tanto, puede
postergarse.
El consumo
responsable es
aquel que defiende que los seres humanos deben cambiar sus hábitos de consumo
ajustándolos a sus necesidades reales y a las del planeta y escogiendo opciones
que favorezcan el medio ambiente y la igualdad social. Este concepto es
mayormente utilizado desde el punto de vista de la protección del medio ambiente,
pero también se adapta a la esfera económica y financiera en general.
Consumo personal responsable es aquel que motiva a los individuos a consumir sólo
lo necesario, lo que verdaderamente necesitemos, sin derrochar y en el consumidor
responsable, predomina la idea del ahorro.
Para tener una idea de lo que ha representado el
consumo desproporcionado de los habitantes en los países desarrollados, hay que
observar algunas estadísticas: los 20 países más ricos del mundo han consumido
en este siglo más naturaleza, es decir, más materia prima y recursos
energéticos no renovables, que toda la humanidad a lo largo de su historia y
prehistoria (Vilches y Gil, 2003).
En la Cumbre de Johannesburgo de la ONU, en 2002 se
señaló que: “El 15% de la población mundial que vive en los países de altos
ingresos es responsable del 56% del consumo total del mundo, mientras que el
40% más pobre, en los países de bajos ingresos, es responsable solamente del
11% del consumo”. Y mientras el consumo del “Norte” sigue creciendo, el consumo
del hogar africano medio es un 20% inferior al de hace 25 años, (http://www.un.org/spanish/conferences/wssd/modelos_ni.htm ).
Por lo tanto, lo que sí parece un hecho es el cambio
de mentalidad individual, impuesta, en muchos casos, por las dificultades
económicas, ha hecho que el consumidor medio se replanteé su alto nivel de
consumo de los últimos tiempos y se extienda la idea de la necesidad de ser más
consciente de qué y cómo se consume.
El escenario que vive el mundo hoy en dia nos ofrece
una oportunidad para transformar los actuales modelos de consumo hacia un
consumo más responsable que encamine a la sociedad hacia un modelo de
desarrollo sostenible. Esto debe ser así, ya que no se vislumbra en el corto
plazo una recuperación económica de las principales economías del planeta, que
al influenciar en las economías de los demás países, afecta directa o
indirectamente en las finanzas personales de cada individuo o agente económico.
Consejos para un consumo personal responsable
Realice un presupuesto personal
y/o familiar. En el mismo
debe señalar sus principales prioridades de consumo. Trate de cumplirlo
cabalmente hasta donde sea posible.
Realice una buena
planificación financiera: Esto le permitirá ir adaptándose a su realidad
financiera real.
Identifique los
gastos innecesarios o que pueden esperar y elimínelo.
Disminuya los gastos en ocios: Trate de no tomar préstamos para gastarlo en ocios.
Ajústese a la realidad financiera
en que está viviendo, no
trate de aparentar un estilo de vida que no es real, esto los conduce a
realizar gastos innecesarios para mantener dicho estilo.
Haga un buen uso de su tarjeta de
crédito: No la use
alegremente. Recuerde que un mal uso lo podría endeudar por un tiempo
prolongado y el no pago lo podría llevar a que su crédito sea afectado por el
buro de crédito.
Si tiene que tomar
un préstamo personal, que sea para cubrir verdaderas necesidades, así lo
puede ver como una inversión a largo plazo.
Haga lo posible por eliminar los préstamos con usureros. Estos son muchos más costosos que los
del sistema bancario y tienden a esclavizar al individuo a utilizarlo para
necesidades no prioritarias, por las facilidades que le presentan.
No realice compra de temporada, en esa época tienden a elevar más los precios de los
artículos propios de la misma.
Aproveche los
especiales para realizar sus compras.
Al consumir
productos agrícolas, cómprelos lo más cerca posible al productor, así
eliminará parte de los intermediarios que intervienen en la comercialización de
los productos. La mejor opción es que sean amigables con el medio ambiente.
fabian.minier@gmail.com
fabi ahora si esta mas completo ya las personas pueden seguir investigando de hay mismo q chulo
ResponderEliminarMuchas gracias por leer y comentar este post. Esperó que te haya sido de mucha ayuda. Compartirlo, por favor.
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