Los bancos centrales se están moviendo demasiado
lentamente para los inversores. Impacientes por nuevas acciones, los inversores
vendieron inmediatamente renta variable y el euro, y buscaron refugio en deuda
considerada segura después de que el BCE no ofreciera un programa de estímulo
inmediato.
Ayer el presidente dijo que el BCE puede llevar a cabo importantes compras de bonos y que el mecanismo se desarrollará en las próximas semanas. Pero también dijo que los países que necesitan ayuda deben solicitarla.
No obstante, el presidente del BCE, Mario Draghi, sí
describió los problemas que afronta Europa y diseñó un plan para afrontarlos.
"Creo que la intención está ahí", según el estratega de Nomura George
Goncalves.
"Es sólo una cuestión de cuadrar el calendario y
la dirección en que va a poner en marcha el plan. No conocemos los detalles, y falta concreción y
continuidad después de que Draghi creara tanta euforia en anticipación de un
gran acuerdo. Parece una birria, pero algunas cosas sugieren que quieren hacer
más", indica.
La reunión del BCE llega inmediatamente después de la
de la Fed, que terminó el miércoles con la reafirmación por parte de Bernanke
de que lanzará otro quantitative easing si es necesario. Pero el hecho
de que no lo lance ya decepcionó a muchos en el mercado, que habían esperado
una acción inmediata en vista de la ralentización económica. Ahora, muchos observadores
esperan que lance este plan en su reunión de septiembre.
Las cosas para el BCE son más difíciles desde que
Draghi reconoció que no todos sus planes tienen el respaldo de todos los
miembros del consejo. En particular, el Bundesbank se opone a la compra de
bonos.
En ese caso, los fondos de rescate -el Mecanismo de
Estabilidad y el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera- podrán utilizarse
para estas compras.
"Todo el mundo está esperando que España solicite
formalmente el rescate. Cuando lo hagan, el ESM y el EFSF podrán darle
ayuda", afirma Dan
Greenhaus, estratega jefe de BTIG.
Las expectativas se habían disparado la semana pasada
cuando Draghi se comprometió a hacer todo lo que fuera necesario para salvar el
euro. Eso provocó un fuerte rally de las bolsas y del euro.
Pero ayer (02/08/12) los índices, incluidos los de
EEUU, cayeron, y el euro cedió hasta 1,21 dólares. El movimiento en la
rentabilidad de los bonos fue dramático en los casos de España e Italia. El
bono español a 10 años llegó al 7,2% después de caer al 6,6% al principio de la
sesión. Por el contrario, el bono norteamericano cayó al 1,466% desde un máximo
intradía del 1,577%.
"Ninguno de los bancos centrales ha hecho nada,
pero todos han mantenido la promesa de grandes acciones para el próximo
mes", según Marc
Chandler, estratega jefe de divisas de Brown Brothers Harriman. Mas información en: http://www.eleconomista.es
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