Dinero narco,
paraísos fiscales, hoteles en Miami y farmacéuticas que producen metanfetamina
son elementos que figuran en un documento que involucra al banco HSBC, el más
grande de Europa.
El banco HSBC
se disculpó el martes por el escándalo en el que está inmerso, luego de que el
lunes el Senado de Estados Unidos dijera que la entidad lavó dinero del narco
mexicano y de otros focos del lavado de dinero mundial.
En un
comunicado, el HSBC anunció que “acepta sus errores, que responderá por sus
acciones y se comprometerá a reparar lo mal hecho”.
Financiamiento a terroristas
HSBC ignoró
las vinculaciones de sus bancos clientes con el financiamiento a terroristas,
incluido el Al Rajhi Bank con sede en Riad, Arabia Saudita, que mantiene lazos
con grupos terroristas a través de sus propietarios, según el informe del
Senado estadounidense.
Documentos
internos demuestran que HSBC decidió cortar sus vínculos con el banco antes de
retirarse bajo la presión de Al Rajhi, que recibió envíos de 1,000 millones de
dólares en efectivo de la sucursal estadounidense de HSBC entre 2006 y 2010,
según el informe.
La unidad
estadounidense de HSBC, con salvaguardias deficientes, “ofrece una puerta a los
terroristas para acceder a dólares y al sistema financiero estadounidenses”,
según el informe. “HSBC tiene la obligación legal de adoptar medidas razonables
para garantizar que no trata con bancos que pueden llegar a tener conexiones
con el financiamiento terrorista o facilitarlo”.
Desde 2000
hasta 2009, HSBC otorgó su calificación de riesgo más baja a México “pese a la
información contundente que señalaba a México como una jurisdicción de alto
riesgo para el tráfico de drogas y el lavado de dinero”, escribieron los investigadores
del Senado.
Entre los
clientes mexicanos de HSBC figuraban casas de cambio, que fueron identificadas
en advertencias del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos como centros
para el lavado de dinero.
ASÍ LAVA SU DINERO EL NARCO MEXICANO
El regulador
del sistema bancario de México defendió su rol en el escándalo de lavado de
dinero que salpica a HSBC Holdings Plc, al asegurar que le había ordenado al
banco británico en repetidas ocasiones que mejorara sus laxos controles sobre
fondos sospechosos que circulaban por sus cuentas. Guillermo Babatz, presidente
de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores de México (CNBV), señaló que
desde 2002 el organismo de control había percibido “debilidades” en los
controles del HSBC contra el blanqueo de capitales.
El informe
dice que miles de millones de dólares provenientes del narcotráfico o el
terrorismo internacional se podrían haber infiltrado en el sistema financiero
estadounidense.
El senador
Carl Levin, presidente de la subcomisión que emitió el informe, afirmó que el
banco lavó grandes sumas de dinero y habló de una cultura “contaminada” que
permitió al HSBC trabajar con clientes que recibían fondos sospechosos desde
lugares como México, Irán, las islas Caimán, Arabia Saudita y Siria.
“En una era de
terrorismo internacional, violencia por el narcotráfico en nuestras calles y
nuestras fronteras y de crimen organizado, es una prioridad nacional detener el
flujo de dinero ilícito que financia esas atrocidades”, apuntó Levin.
La investigación
también concluye que la Oficina del Controlador de Monedas (OCC), un importante
regulador bancario estadounidense, no supervisó de forma adecuada al HSBC.
El reporte se
da en un difícil momento para la industria bancaria, que está en la mira después
de una investigación en varios países sobre la manipulación de tasas de
referencia internacionales.
EL CASO MEXICANO
Según el
Senado de Estados Unidos, entre 2006 y 2009 el HSBC aceptó más de 15,000
millones de dólares de sus filiales en México, Rusia y otros países donde se
considera que existe alto riesgo de lavado de dinero y no supervisó en ningún
momento esas transacciones de efectivo.
Peor aún: el
informe dice que el banco sabía de las laxas políticas contra el lavado de su
filial mexicana, que se remontan a sus comienzos, en 2002.
Las
autoridades mexicanas le advirtieron al banco en al menos dos ocasiones que era
probable que por sus cuentas circulara dinero del narcotráfico.
El informe
menciona casos concretos, como el de Zhenly Ye Gon. Este ciudadano
chino-mexicano tenía tres empresas farmacéuticas, una de ellas Unimed
Pharmaceutical. Las tres eran clientas de larga data del HSBC en México.
En 2007, una
operación conjunta del gobierno mexicano y la DEA (la agencia de control de
drogas de EE. UU.) incautaron más de 205 millones de dólares en efectivo en la
residencia de Ye Gon, en la que fue descrita como la mayor incautación de
dinero en efectivo relacionado con las drogas en la historia.
Además,
decomisaron 17 millones de dólares en pesos mexicanos, armas de fuego y
registros de transferencias electrónicas internacionales.
Ye Gon se
encuentra actualmente preso en EE. UU. a la espera de la extradición a México
por cargos relacionados con la importación, fabricación y venta de productos
químicos a cárteles de la droga para su uso en la fabricación de metanfetamina.
LA OFICINA EN MIAMI
Muchas de las
violaciones de las regulaciones contra el lavado de dinero se relacionan con el
uso de cuentas de acción al portador. Bajo las reglas de estas cuentas, la
propiedad de las acciones y los ingresos que incurren puede transmitirse de
persona a persona en secreto.
La filial
estadounidense del banco, HBUS, había abierto más de 2,550 cuentas corporativas
con acciones al portador.
Estas empresas
solían estar establecidas en paraísos fiscales como las Islas Vírgenes
Británicas.
La mayoría de
las cuentas de acciones al portador, unas 1,670, fueron abiertas en la oficina
de Miami del HBUS.
En su apogeo,
estas cuentas en Miami tenían 2,600 millones de dólares en activos y generaban
ingresos anuales de 26 millones de dólares.
El informe
destaca el caso de los empresarios hoteleros de Miami Beach, Mauricio Cohen
Assor y Leon Cohen Levy. Padre e hijo usaron cuentas del HBUS abiertas bajo el
nombre de las empresas Blue Ocean Finance Ltd. y Whitebury Shipping Time
Sharing Ltd. para ocultar 150 millones de dólares en activos y 49 millones de
dólares.
Ambos fueron
encarcelados por 10 años por fraude fiscal y evasión de impuestos en 2010.
La
investigación, que tomó un año, incluyó una revisión de 1.4 millones de
documentos y entrevistas con 75 funcionarios del HSBC y de entes reguladores
bancarios.
ESTABAN CONSCIENTES DE RELACIÓN CON IRÁN
El informe
también menciona violaciones de HSBC a sanciones del Departamento del Tesoro en
negocios con Irán, país que Estados Unidos quiere aislar del sistema bancario
global.
Las sanciones,
aplicadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC es su sigla),
intentan castigar a Irán por tener en funcionamiento un programa nuclear al
margen de la inspección internacional. Comunicaciones internas muestran que
banqueros estadounidenses eran conscientes de que algunas de las transacciones
estaban vinculadas a Irán en violación de las sanciones estadounidenses.
En un
comunicado Robert Sherman, portavoz de HSBC, dijo que los errores del banco
representan “lecciones importantes para todo el sector”.
BBC
Mundo y Bloomberg News.
www.laprensa.com.ni
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