viernes, 20 de julio de 2012

Las claves del escándalo del HSBC

Dinero narco, paraísos fiscales, hoteles en Miami y farmacéuticas que producen metanfetamina son elementos que figuran en un documento que involucra al banco HSBC, el más grande de Europa.

El banco HSBC se disculpó el martes por el escándalo en el que está inmerso, luego de que el lunes el Senado de Estados Unidos dijera que la entidad lavó dinero del narco mexicano y de otros focos del lavado de dinero mundial.

En un comunicado, el HSBC anunció que “acepta sus errores, que responderá por sus acciones y se comprometerá a reparar lo mal hecho”.
Financiamiento a terroristas
HSBC ignoró las vinculaciones de sus bancos clientes con el financiamiento a terroristas, incluido el Al Rajhi Bank con sede en Riad, Arabia Saudita, que mantiene lazos con grupos terroristas a través de sus propietarios, según el informe del Senado estadounidense.
Documentos internos demuestran que HSBC decidió cortar sus vínculos con el banco antes de retirarse bajo la presión de Al Rajhi, que recibió envíos de 1,000 millones de dólares en efectivo de la sucursal estadounidense de HSBC entre 2006 y 2010, según el informe.
La unidad estadounidense de HSBC, con salvaguardias deficientes, “ofrece una puerta a los terroristas para acceder a dólares y al sistema financiero estadounidenses”, según el informe. “HSBC tiene la obligación legal de adoptar medidas razonables para garantizar que no trata con bancos que pueden llegar a tener conexiones con el financiamiento terrorista o facilitarlo”.
Desde 2000 hasta 2009, HSBC otorgó su calificación de riesgo más baja a México “pese a la información contundente que señalaba a México como una jurisdicción de alto riesgo para el tráfico de drogas y el lavado de dinero”, escribieron los investigadores del Senado.
Entre los clientes mexicanos de HSBC figuraban casas de cambio, que fueron identificadas en advertencias del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos como centros para el lavado de dinero.
ASÍ LAVA SU DINERO EL NARCO MEXICANO
El regulador del sistema bancario de México defendió su rol en el escándalo de lavado de dinero que salpica a HSBC Holdings Plc, al asegurar que le había ordenado al banco británico en repetidas ocasiones que mejorara sus laxos controles sobre fondos sospechosos que circulaban por sus cuentas. Guillermo Babatz, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores de México (CNBV), señaló que desde 2002 el organismo de control había percibido “debilidades” en los controles del HSBC contra el blanqueo de capitales.
El informe dice que miles de millones de dólares provenientes del narcotráfico o el terrorismo internacional se podrían haber infiltrado en el sistema financiero estadounidense.
El senador Carl Levin, presidente de la subcomisión que emitió el informe, afirmó que el banco lavó grandes sumas de dinero y habló de una cultura “contaminada” que permitió al HSBC trabajar con clientes que recibían fondos sospechosos desde lugares como México, Irán, las islas Caimán, Arabia Saudita y Siria.
“En una era de terrorismo internacional, violencia por el narcotráfico en nuestras calles y nuestras fronteras y de crimen organizado, es una prioridad nacional detener el flujo de dinero ilícito que financia esas atrocidades”, apuntó Levin.
La investigación también concluye que la Oficina del Controlador de Monedas (OCC), un importante regulador bancario estadounidense, no supervisó de forma adecuada al HSBC.
El reporte se da en un difícil momento para la industria bancaria, que está en la mira después de una investigación en varios países sobre la manipulación de tasas de referencia internacionales.
EL CASO MEXICANO
Según el Senado de Estados Unidos, entre 2006 y 2009 el HSBC aceptó más de 15,000 millones de dólares de sus filiales en México, Rusia y otros países donde se considera que existe alto riesgo de lavado de dinero y no supervisó en ningún momento esas transacciones de efectivo.
Peor aún: el informe dice que el banco sabía de las laxas políticas contra el lavado de su filial mexicana, que se remontan a sus comienzos, en 2002.
Las autoridades mexicanas le advirtieron al banco en al menos dos ocasiones que era probable que por sus cuentas circulara dinero del narcotráfico.
El informe menciona casos concretos, como el de Zhenly Ye Gon. Este ciudadano chino-mexicano tenía tres empresas farmacéuticas, una de ellas Unimed Pharmaceutical. Las tres eran clientas de larga data del HSBC en México.
En 2007, una operación conjunta del gobierno mexicano y la DEA (la agencia de control de drogas de EE. UU.) incautaron más de 205 millones de dólares en efectivo en la residencia de Ye Gon, en la que fue descrita como la mayor incautación de dinero en efectivo relacionado con las drogas en la historia.
Además, decomisaron 17 millones de dólares en pesos mexicanos, armas de fuego y registros de transferencias electrónicas internacionales.
Ye Gon se encuentra actualmente preso en EE. UU. a la espera de la extradición a México por cargos relacionados con la importación, fabricación y venta de productos químicos a cárteles de la droga para su uso en la fabricación de metanfetamina.
LA OFICINA EN MIAMI
Muchas de las violaciones de las regulaciones contra el lavado de dinero se relacionan con el uso de cuentas de acción al portador. Bajo las reglas de estas cuentas, la propiedad de las acciones y los ingresos que incurren puede transmitirse de persona a persona en secreto.
La filial estadounidense del banco, HBUS, había abierto más de 2,550 cuentas corporativas con acciones al portador.
Estas empresas solían estar establecidas en paraísos fiscales como las Islas Vírgenes Británicas.
La mayoría de las cuentas de acciones al portador, unas 1,670, fueron abiertas en la oficina de Miami del HBUS.
En su apogeo, estas cuentas en Miami tenían 2,600 millones de dólares en activos y generaban ingresos anuales de 26 millones de dólares.
El informe destaca el caso de los empresarios hoteleros de Miami Beach, Mauricio Cohen Assor y Leon Cohen Levy. Padre e hijo usaron cuentas del HBUS abiertas bajo el nombre de las empresas Blue Ocean Finance Ltd. y Whitebury Shipping Time Sharing Ltd. para ocultar 150 millones de dólares en activos y 49 millones de dólares.
Ambos fueron encarcelados por 10 años por fraude fiscal y evasión de impuestos en 2010.
La investigación, que tomó un año, incluyó una revisión de 1.4 millones de documentos y entrevistas con 75 funcionarios del HSBC y de entes reguladores bancarios.
ESTABAN CONSCIENTES DE RELACIÓN CON IRÁN
El informe también menciona violaciones de HSBC a sanciones del Departamento del Tesoro en negocios con Irán, país que Estados Unidos quiere aislar del sistema bancario global.
Las sanciones, aplicadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC es su sigla), intentan castigar a Irán por tener en funcionamiento un programa nuclear al margen de la inspección internacional. Comunicaciones internas muestran que banqueros estadounidenses eran conscientes de que algunas de las transacciones estaban vinculadas a Irán en violación de las sanciones estadounidenses.
En un comunicado Robert Sherman, portavoz de HSBC, dijo que los errores del banco representan “lecciones importantes para todo el sector”.
BBC Mundo y Bloomberg News.
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