jueves, 19 de julio de 2012

Escándalo del HSBC: admite haber permitido lavado de dinero de narcos


El HSBC es un banco cuya sigla significan “Hong Kong and Shanghai Banking Corporation” y es la segunda mayor empresa mundial en acciones. Tiene importantes operaciones en banca personal, comercial, corporativa y de inversión y en el negocio asegurador, el Grupo tiene más de 10.000 oficinas en 82 países en territorios de Asia, Oriente Medio, Europa, África y las Américas.
Un duro informe del Senado de Estados Unidos que acusa al banco británico HSBC de haber propiciado con sus laxas regulaciones el lavado de dinero de cárteles mexicanos y grupos terroristas provocó hoy la dimisión de uno de sus altos ejecutivos y profusas disculpas de la entidad, que prometió cambiar sus prácticas.


"Lamentamos profundamente que HSBC no estuviera a la altura de nuestras propias expectativas y de las expectativas de nuestros reguladores, clientes, empleados y el público en general, y nos disculpamos por ello", dijo la presidenta de la filial estadounidense de HSBC, Irene Dorner.

La alta ejecutiva testificó ante el Subcomité de Investigaciones del Comité de Seguridad Nacional del Senado en relación a un informe elaborado por sus miembros que acusa al banco británico de haber "expuesto al sistema financiero estadounidense a un amplio espectro de riesgos de lavado de dinero, narcotráfico y financiación terrorista debido a escasos controles" reguladores.

Este informe de más de 300 páginas presentado oficialmente tras un año de investigaciones, y que fue analizado al detalle durante las más de cuatro horas de audiencia, provocó de forma inmediata la dimisión del jefe del Departamento de Control del banco británico, David Bagley, quien dio a conocer su decisión al comenzar a testificar ante el subcomité.

"Le dije al grupo (HSBC) que ahora es el momento adecuado para mí y para el banco de que alguien nuevo se ponga al frente del Departamento de Control", reveló Bagley ante los senadores.

Según el informe, entre otros, las actividades realizadas entre la filiar estadounidense, HBUS, y mexicana, HBMX, del banco británico, habrían permitido entre 2007 y 2008 el ingreso al sistema financiero estadounidense a través de la entidad norteamericana del banco de hasta 7.000 millones de dólares en efectivo.

"Autoridades mexicanas y estadounidenses manifestaron de forma repetida su inquietud acerca de que las grandes cantidades de envío de dinero en efectivo por parte de HBMX sólo podría alcanzar ese volumen si incluía dinero de origen ilegal de las drogas", destaca el reporte.

"La preocupación era que traficantes de droga incapaces de depositar grandes cantidades de efectivo en bancos estadounidenses debido a los controles de lavado de dinero, estuvieran transportando dólares a México, organizando grandes depósitos allí para luego usar instituciones financieras mexicanas para insertar el efectivo de nuevo en el sistema financiero estadounidense", agrega.

Al respecto, el informe recrimina a HSBC haber tratado a su filial mexicana como un cliente de bajo riesgo "pese a su localización en un país que afronta desafíos de lavado de dinero y de narcotráfico" y que cuenta con "clientes de alto riesgo como casas de cambio, productos de alto riesgo como cuentas en las Islas Caimán (...) y débiles controles de lavado de dinero".

En el duro documento se acusa asimismo a HSBC de haber "circunvalado" las salvaguardias establecidas por el sistema estadounidense para "bloquear transacciones que involucren a terroristas, jefes narcotraficantes y regímenes canallas", de acuerdo con el subcomité.

Entre otros, destaca uno de los casos examinados, en los que "dos filiales de HSBC realizaron casi 25.000 transacciones que implicaban 19.400 millones de dólares durante sus cuentas de HBUS en el espacio de siete años, sin revelar los vínculos de estas transacciones con Irán", país sobre el que Estados Unidos mantiene duras sanciones.

También hay acusaciones de colaboración con bancos como el saudí Al Rajhi pese a que había "pruebas" de sus vínculos con la financiación de organizaciones terroristas, entre otras Al Qaeda.

Dorner reconoció que el HSBC "no invirtió lo que debía" para mejorar su sistema de control de lavado de dinero, aunque aseguró que el banco británico "ha aprendido lecciones muy duras a raíz de la experiencia de los últimos años" y que gracias a ello ha "dado pasos significativos" que incluyen "promover una nueva cultura que valore y recompense un cumplimiento efectivo" de las normas.

"Y eso empieza desde lo más alto" de la cúpula de HSBC, aseguró la alta ejecutiva, quien forma parte de hecho de una nueva directiva de la filial estadounidense del banco, HBUS, instalada a fines de 2010.

Estaban conscientes de relación con Irán 

El informe también menciona violaciones de HSBC a sanciones del Departamento del Tesoro en negocios con Irán, país que Estados Unidos quiere aislar del sistema bancario global.
Las sanciones, aplicadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC es su sigla), intentan castigar a Irán por tener en funcionamiento un programa nuclear al margen de la inspección internacional. Comunicaciones internas muestran que banqueros estadounidenses eran conscientes de que algunas de las transacciones estaban vinculadas a Irán en violación de las sanciones estadounidenses.
En un comunicado Robert Sherman, portavoz de HSBC, dijo que los errores del banco representan “lecciones importantes para todo el sector”.
El presidente del subcomité, el senador demócrata Carl Levin, indicó que casos como éste "levantan profundas dudas sobre el sistema bancario internacional" y manifestó su esperanza de que informes como el elaborado por su equipo ayuden a los "esfuerzos de reforma" del sector.

"Saludamos de verdad los compromisos y las disculpas, pero es el cambio en la cultura, en las acciones, lo que resulta fundamental", puntualizó antes de levantar la sesión.


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