domingo, 17 de marzo de 2013

Como desarrollar un emprendedor


El sueño de establecer un negocio nos envuelve en una atmósfera de  ilusiones, emociones y grandes anhelos de lograr la independencia y la realización que tanto hemos esperado.

Lo que quizás no visualizamos es el nivel de compromiso que conlleva este cambio de estatus y roles. La autonomía, la independencia y libertad laboral o empresarial, como tal, implican asumir un conjunto de responsabilidades mucho mayor que las que se asumen cuando nos desenvolvemos en roles ejecutivos y gerenciales.



Muchas veces nos mueve el deseo de ser independientes y de dejar la vida laboral activa para incursionar en los negocios propios y no estimamos, de manera consciente, la inversión de tiempo y de recursos o las implicaciones que tiene la vida empresarial. Un empleo nos ofrece seguridad económica y oportunidades de crecimiento profesional.

Puede, que en principio, asumir el rol empresarial resulte abrumador y desconcertante. Actividades, registros, solicitudes y gestiones administrativas realizadas por otras personas soportadas por una estructura organizacional amplia y funcional ahora deben ser asumidos por el propietario del negocio el cual muchas veces carece de la experiencia o la preparación e inclusive tiene bloqueos mentales o temas de estatus que limitan sus acciones y desenvolvimiento.

Poner en marcha un proyecto es un gran reto y son muchos los aspectos a considerar. Puede que la idea sea brillante y la misma nos despierte las más profundas inquietudes y emociones. El hacer una consideración objetiva sobre el proyecto nos ayudará a tomar mejores decisiones y a evaluar aspectos esenciales que nos permitirán establecerlo y, sobre todo, desarrollarlo.

Es necesario, antes de asumir emprendimientos e incursionar en la vida empresarial, prepararse buscando las orientaciones necesarias relativas a:
  • Conocimiento del negocio, sobre todo si no es un tipo de negocio conocido o de tu dominio.
  • Identificar una necesidad de mercado.
  • Inversión inicial.
  • Factibilidad del negocio.
  • Estudios de mercado.
  • Identificar a los futuros clientes.
  • Implicaciones comerciales y legales. Normativas y legislaciones aplicables para el tipo de negocio a establecer. Si fuera el caso, temas relativos a exportación, gestiones aduanales e importaciones.
  • Ubicación del negocio.

¿Con que nos enfrentamos al establecer una empresa o negocio?
  • Con un mayor grado de compromiso con el logro de las metas y con el éxito del negocio.
  • Con la posibilidad de tener que asumir la representación absoluta de la empresa.
  • Con la posibilidad de pasar a un mayor nivel operativo o de ejecución de tareas que antes, en nuestro rol ejecutivo, no teníamos que asumir.

De pronto, por necesidad y con el fin de cumplir con los compromisos asumidos con los clientes nos vemos precisados, a veces por el escaso personal o los recursos disponibles,  a realizar labores totalmente diferentes a las acostumbradas tales como: acarreo y carga de materiales y equipos, transportación, digitación de documentos, facturación,  apertura y cierre del negocio, gestiones operativas de compras y negociaciones, entre otras.

Con el reto de asumir la carga financiera del negocio, aportando capital e invirtiendo o aportando recursos para brindar soporte y facilitar, quizás en sus inicios, las operaciones normales de la empresa.

Con el manejo de la gestión de personal, para la cual tal vez no estamos preparados. 

Constantemente escuchamos historias de pequeños, medianos y grandes negocios que empezaron operando en espacios limitados ubicados en algún área del hogar, en un pequeño local e inclusive de manera virtual.

Marquesinas, parqueos, salas o patios, por ejemplo, han sido habilitados para realizar labores productivas y establecer negocios que han permitido generar recursos adicionales y, a sus propietarios, alcanzar la realización en la empresa que por tiempo han anhelado.

Si en inicios decides lanzarte y emprender tu propio negocio y cuentas con las facilidades para iniciar tu proyecto, adelante!

Creo en que la misma demanda de tu producto o servicio y los requerimientos de los clientes te harán crecer. Quizás, en inicio, no necesites invertir en un vehículo para entregar la mercancía que fabricas o simplemente ampliar un área de tu casa para tener más espacio para almacenarla. A medida que incrementes tu producción, tengas más presencia de mercado,  crees una clientela fiel que consuma y demande tus productos o servicios te verás en la necesidad de realizar esas inversiones que te permitirán tener mayor capacidad de respuesta, eficiencia, rapidez en la entrega y un mejor servicio.

Es necesario realizar un diagnóstico correcto previo al inicio o puesta en marcha de cualquier tipo de emprendimiento ya que un error en la fase inicial o previa puede conducir a una serie de situaciones innecesarias, riesgosas y muchas veces inesperadas.

Luego de agotar muchas posibilidades, declinar muchas ofertas, definir mejor los objetivos, visualizar un mejor panorama para ese nuevo negocio, ese matrimonio, ese nuevo bebé que deseamos tener, podemos encontrarnos frente a nuevas posibilidades e inclusive sentir la fuerte marea de los mares más cercanos, influyentes y determinantes en determinada circunstancias de la vida.

Es bueno detenerse a evaluar la realidad, las ventajas y desventajas de cruzar de un lado a otro, de planificar la travesía, de abastecernos de los equipos y recursos necesarios para cruzar, de evaluar los posibles peligros, de conformar el equipo humano que nos apoyará, no importa cuál sea la circunstancia, sea ésta a favor o en contra.

Es bueno evaluar muy bien hacia adonde nos llevará esa travesía luego de iniciada-determinar el objetivo y  luego la meta y no al contrario-Preguntarnos si estamos dispuestos a afrontar los obstáculos y los riesgos, las limitaciones, las pérdidas y fracasos, la soledad y la agonía También si nuestra actitud será de paz, seguridad, confianza, de adaptación al cambio de los vientos y la marea y de las circunstancias, de valentía para enfrentar y superar los retos aún si se terminan la provisión, los alimentos, se presentan obstáculos con la embarcación, o el equipo humano se desalienta…y muchas otras cosas más que pudieran suceder en el camino.

Una frase del conocido escritor y filósofo contemporáneo argentino René Trossero dice: “Cuando los tiempos difíciles destruyan tu sueño, no te acobardes resignado dejándote destruir por la desgracia.  Mira la realidad como un desafío y como una oportunidad para crecer, encendiendo otro fuego sobre las cenizas y edificando otro sueño donde murió el primero”.

Fuente: CristianoDigital.net y Economía y algo más


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