La tasa Tobin o ITF (Impuesto a las transacciones financieras): es un tipo de tasa sobre las transacciones
financieras que fue propuesta por el economista estadounidense James Tobin en sus Janeway Lectures en
la Universidad de Princeton en el año 1971. Este tipo de impuesto recuperó la
atención pública cuando su aplicación fue propuesta en los años noventa por el
movimiento antiglobalización, especialmente por la organización ATTAC y de
nuevo en los años 2000 con motivo de la crisis económica de 2008-2012.
James Tobin consideró que se abusó de su nombre y de su
idea, dado que en su origen la tasa solo
tenía por objetivo frenar la volatilidad de los mercados cambiarios
internacionales, y en su nueva formulación se propone que su recaudación se
destine a fines sociales o que tenga
por objetivo “el control de crisis
financieras” como la crisis de la deuda soberana europea.
Desde 2011 se relanzó la reivindicación de esta tasa,
tanto desde autoridades políticas y monetarias como diferentes discusiones en
el seno de la Unión Europea como desde ONG como la Oxfam quien la rebautizó
como Impuesto Robin Hood.
En 2001, después de las crisis económicas de los
noventa en México, Rusia y el Sudeste Asiático, James Tobin describió la tasa
que ideó a comienzos de los años setenta. El impuesto a las transacciones
financieras fue ideado para amortiguar las “fluctuaciones en los tipos de cambios”.
La idea de la Tasa Tobin es muy
simple: se aplicaría, en
cada cambio de una moneda en otra, un pequeño impuesto “digamos un 0,5% del
volumen de la transacción”. Esto disuade a los especuladores ya que muchos
inversores invierten su dinero en moneda extranjera a muy corto plazo por lo
que tendrían que pagar el impuesto muchas veces. Sin impuestos lo que ocurre
cuando el dinero se retira inmediatamente es que los países deben aumentar
drásticamente los intereses para que su moneda siga siendo atractiva a los
flujos financieros. Pero el alto interés y la constante fluctuación son
desastrosos para la economía nacional, como se ha demostrado con las crisis
financieras de la década de 1990 en México, el Sudeste asiático y Rusia.
Con esta propuesta de impuesto a las transacciones
financieras los países recuperarían cierto margen de maniobra para defender la
economía nacional y sería por tanto una medida que limitaría el poder excesivo
de los mercados financieros.
La conceptualización de Tobin
El objetivo de James Tobin al desarrollar su idea de
una tasa sobre las transacciones de divisas era encontrar una vía para
gestionar la volatilidad de tipo de cambio. En su visión, "los
intercambios de tipo de cambio trasmiten alteraciones a los mercados
financieros internacionales. Las economías nacionales y los gobiernos
nacionales no son capaces de ajustar los movimientos masivos de fondos en los
tipos de cambio extranjeros sin gran trabajo y un alto sacrificio de los
objetivos de política económica nacional en relación al empleo, producto e
inflación".
Tobin encontró dos soluciones a
este asunto:
- La primera era desplazarse "hacia una divisa
común, una política monetaria y fiscal común, y la integración
económica".
- La segunda era desplazarse "hacia una mayor
segmentación financiera entre naciones y áreas monetarias, permitiendo a
los bancos centrales y a los gobiernos una mayor autonomía en sus
políticas destinadas a sus específicas instituciones económicas y
objetivos". La solución preferida de Tobin era la anterior, pero no
la encontraba políticamente viable de modo que abogó por la segunda
opción: "por lo tanto recomiendo, lamentándome por ello, la segunda,
y mi propuesta es introducir algún tipo de palo en las ruedas de nuestros
excesivamente eficientes mercados internacionales de dinero".
El método de Tobin para introducir un "palo en
las ruedas" fue sugerir una tasa sobre todas las conversiones spot de una moneda en otra divisa, proporcional al
tamaño de la transacción. Para continuar leyendo sobre este tema, por favor
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Fuente: Wikipedia.org
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