En días pasados se conoció que Pimco está preparando su cartera ante una posible desintegración de la zona euro. Pero
la gestora de fondos no es la única en EEUU que está tomando medidas de
prevención. Los grandes bancos estadounidenses quieren evitar las pérdidas que
les ocasionaría que un país abandonase la moneda única y han pasado a la
acción.
En Wall Street, las entidades están subiendo de nivel
en su grado de protección ante el escenario de ruptura del euro. Hasta ahora,
habían empleado instrumentos de cobertura, como pueden ser los seguros contra
el impago de deuda, los credit default swaps (CDS), pero ante las
renovadas turbulencias, con el fantasma del rescate planeando sobre España,
están intensificando sus esfuerzos para reducir su exposición a los países
periféricos.
Según publica hoy el diario británico Financial Times,
los bancos han comenzado a reducir el volumen de operaciones con créditos
dentro de la zona euro, además de protegerse del riesgo que supondría
recibir los pagos de líneas de financiación ya acordadas en "un dracma o
una peseta devaluados".
Mejor prevenir
Para ello, han comenzado a renegociar contratos e,
incluso, a aconsejar a "las contrapartes a que busquen otro banco".
Otra de las opciones que plantean es la de adaptar sus contratos a la
legislación financiera de Reino Unido para proteger sus inversiones.
Así lo cuenta un directivo de un banco al FT:
"Nos estamos acercando a nuestros clientes con contratos de derivados
para decirles: 'Tenemos este contrato, está en euros. Lo que quiero saber
es si en el caso de que España cambie de moneda, vamos a ser enemigos o
simplemente podemos coincidir en que esto es un contrato en euros. Vamos a
movernos a la legislación londinense para que podamos estar de acuerdo en que
sabemos dónde estamos".
Al respecto, Pimco advertía hace solo una semana que
los controles de capital que se llevarán a cabo durante cualquier abandono de
alguno de los miembros de la Eurozona "podría conducir a problemas de
gestión en la liquidación".
También se está recomendando a los clientes a emplear
colaterales que no conlleven el riesgo de estar denominados en una "nueva
divisa" que no sea el euro para reducir el riesgo, señala el director de
la unidad de gestión de la crisis en la Eurozona en otro banco estadounidense.
El rotativo recuerda que el verano pasado, el agravamiento
de la crisis de la Eurozona produjo "cambios bruscos" en los precios
de las acciones de los bancos estadounidenses, lo que llevó al regulador
bursátil estadounidense, la SEC, a exigir que informasen con más detalle acerca
de sus activos en España, Grecia, Irlanda, Italia y Portugal. Los datos del
supervisor muestran que, desde entonces, JP Morgan Chase, Bank of América ,
Citigroup, Morgan Stanley y Goldman Sachs han reducido su exposición a estos
países, aunque ninguno lo ha hecho "de forma dramática", añade.
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