La nueva regulación global que se encuentra en plena fase de diseño, es
el resultado de la crisis financiera internacional desatada en septiembre de
2008, cuyas características hicieron que se convirtiera inmediatamente en
crisis global y que, por primera vez, tuvo su eje en los países avanzados.
Hasta ese momento, todas las crisis financieras habían ocurrido en el mundo
emergente: México en 1994; Tailandia, en 1997; Rusia en 1998; Brasil en 1999, y
Argentina en 2001.
Por ello, se está trabajando internacionalmente, para diseñar de la
manera más rigurosa y efectiva la nueva estructura financiera internacional,
siendo el responsable máximo el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea.
Por medio de los documentos conocidos como Basilea III: Marco Regulador Global
para Reforzar los Bancos y Sistemas Bancarios, y Marco Internacional para la
Medición, Normalización, y Seguimiento del Riesgo de Liquidez, con el fin de
promover un sector bancario más resistente. El objetivo de estas reformas es
mejorar la capacidad del sector bancario para absorber perturbaciones
procedentes de tensiones financieras o económicas de cualquier tipo, reduciendo
con ello el riesgo de contagio desde el sector financiero hacia la economía
real.
Sobre la Ley Dodd-Frank
Basilea III es la profundización de los ejes que Basilea II planteó en
2004, y cuyos tres pilares fundamentales son los siguientes. Por un lado, los
requerimientos mínimos de capital, el proceso del examen supervisor y la eficaz
divulgación y transparencia de la información de los bancos. Aunque llama la
atención, que desde el punto de vista estructural, en los últimos veinte años,
el sistema financiero internacional ha dejado de ser una estructura bancaria.
Los bancos no son ya las instituciones fundamentales del sistema financiero.
La base y el eje son los fondos de inversión, los hedge funds (fondos de
cobertura), los shadow banking (el sistema de crédito financiero que no está
encuadrado en las estructuras bancarias). Precisamente, las principales medidas
que se han tomado en Estados Unidos giran en torno a la regulación de estas
entidades, a través de la Ley Dodd- Frank de reforma financiera y de protección
de los consumidores.
El mensaje más importante que se desprende de la Ley Dodd- Frank (que
debe su nombre al congresista Frank y al senador Dodd), de reforma financiera y
de protección de los consumidores fue refrendada por el presidente Barack Obama
el 11 de julio de 2010, fecha en la que entró en vigor. La Ley acomete una
profundísima reforma financiera abarcando casi todos los aspectos de la
industria de los servicios financieros como respuesta a la peor crisis
financiera desde la gran depresión, con el objetivo de devolver a los
inversores la confianza en la integridad del sistema financiero. La Ley
Dodd-Frank crea una Agencia ("Consumer Financial Protection Agency")
con la única responsabilidad de velar por la protección del inversor (en
sustitución de las siete agencias federales que existen actualmente con
responsabilidades parciales). Esta Agencia estará dotada de facultades para
emitir normas escritas, para hacer cumplir la legislación con amplia
jurisdicción sobre distintos tipos de productos y personas -incluyendo por
primera vez, compañías financieras no bancarias- y para responder con rapidez
cuando tengan lugar malas prácticas que induzcan a engaño a los inversores. La
nueva ley establece la utilización de un lenguaje claro y sencillo que facilite
a los consumidores la información concisa necesaria para tomar decisiones
financieras, y aboga por la estandarización creciente de productos sencillos
para prevenir posibles discriminaciones y abusos.
La regla Volcker, bautizada así en honor a Paul Volcker, expresidentes
de la Reserva Federal (FED), es una sección específica de la ley Dodd-Frank de
Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor. La propuesta fue realizada
por Volcker para restringir a los bancos estadounidenses de hacer ciertos tipos
de especulación en inversiones de las que no se benefician sus clientes.
Volcker sostuvo que las actividades especulativas, desempeñaron un papel clave
en la crisis financiera, y que el gran aumento en el uso de derivados,
destinados a mitigar los riesgos en el sistema financiero, habían producido el
efecto contrario. La norma se refiere a cómo la prohibición de operaciones por
cuenta propia para los bancos comerciales, busca limitar la inversión de los
bancos en los fondos de capital de riesgo. Establece así un límite del 3% del
capital total de los bancos, que puede ser aportado a un fondo de inversión
privado. Además las entidades deberán dar cuenta de cómo cada una de sus
transacciones benefician, de qué manera y en última instancia a los clientes.
La regla prohíbe que un banco que recibe depósitos garantizados por el Estado
realice inversiones de riesgo con su capital. Las disposiciones de la norma
están programadas para ser implementadas como parte de Dodd-Frank de 21 de
julio 2012, con ramificaciones anteriores.
A su vez, en Europa, se viene analizando la aplicación de un impuesto
a las transacciones financieras, conocido como Tasa Tobin. Francia es el
primer país en adoptarlo. La medida será implementada a partir de octubre de
2012 y prevé una tasa del 0,1% sobre los intercambios bursátiles. En el resto
de la Unión Europea, hasta ahora, estarían dispuestos a aplicarlo también
Alemania, España, Bélgica, Austria, Portugal, Italia, Finlandia y Grecia.
Ramón Casilda Béjar, profesor del Instituto de Estudios Latinoamericanos
(UA) y experto bancario.
Fuente: www.eleconomista.es
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