La economía
española no encuentra reposo. Ni el rescate para sanear el sector financiero ni
el mayor plan de ajuste de la democracia han conseguido convencer a los inversores,
como ha demostrado el comportamiento ascendente de la prima de riesgo (560
puntos) y la caída del 2% del Ibex. Como remate, uno de los pocos organismos
que hasta ahora tenía una previsión positiva, el Fondo Monetario Internacional
(FMI), rectifica. Prevé que la economía española retroceda en 2013 un 0,6%,
frente al mínimo crecimiento del 0,1% con que contaba antes.
Este desplome es
el mayor de las grandes economías y de signo contrario al crecimiento calculado
para la UE (1%). El organismo considera que España e Italia son las principales
amenazas para la economía mundial e insta al BCE a comprar deuda.
Con ese
retroceso del 0,6% previsto para el próximo año, la economía española será la
que tenga el año próximo la peor evolución de todo el mundo entre los
grandes países. Solo Italia le acompañará en el terreno negativo, aunque con un
retroceso la mitad de intenso (-0,3%). Para este 2012, el FMI cree que la
economía española caerá este año algo menos de lo que preveía, un 1,5%, en
lugar del 1,8% que había dicho hasta ahora. Su previsión para este año es, de
ese modo, mejor que el 1,7% de caída que preveía el Gobierno. Hay, eso sí, un
importante matiz: el Fondo no toma en cuenta en sus cálculos el efecto recesivo
de las nuevas medidas de ajuste aprobadas por el Gobierno de
Mariano Rajoy como la subida del IVA, la supresión de la paga extra de los
funcionarios y el recorte adicional de inversiones y gasto público.
En opinión de
Olivier Blanchard, economista jefe del FMI, se han adoptado "pasos
importantes, pero solo tendrán éxito si pueden financiarse a un tipo de interés
razonable". En este punto, el organismo estima que tanto España
como Italia pagan un sobreprecio de 200 puntos básicos por culpa de las tensiones que pesan
sobre los mercados de deuda.
Es ahí, ante
la evidencia de que la presión de
los mercados sobre algunos países (España o Italia, sobre todo), donde el FMI
reclama al BCE, presidido por Mario Draghi, que de un paso adelante, y le pide
medidas "no convencionales", como la compra de bonos de países
periféricos.
Sobre el impacto que tendrán las medidas de ajuste en el PIB,
los técnicos del organismo que dirige Christine Lagarde han reconocido que las
subidas de impuestos y recortes aprobados "rebajarán ligeramente la
proyección de crecimiento". De momento, además, consideran que se notarán
más en 2013. El Fondo, han añadido, está analizando las medidas y está en
consultas con el Gobierno español con vistas a una nueva revisión cuyo
resultado se conocerá a final de mes. En cualquier caso, han negado que vayan a
afectar al conjunto de la economía internacional o a la de la eurozona.
De hecho, sin
esperar a esa revisión, donde empeoran las previsiones de verdad es para el año
que viene. El FMI se había quedado al margen de la idea general de que la
economía decrecería ese año y tenía un previsión de crecimiento del 0,1%, un
optimismo en el que prácticamente solo le acompañaba el Gobierno, con su
previsión oficial del 0,2%. La mayoría de los servicios de estudios españoles y
extranjeros y la propia Comisión Europea contaban con un año más de
retroceso. El FMI rectifica y se suma a ese consenso generalizado. Ahora prevé
que la economía se contraiga un 0,6%.
En cuanto al
perfil de evolución, la economía estará cayendo a un ritmo anual del 2,3% a
finales de este año, según el informe del Fondo Monetario Internacional. El
punto más bajo se tocará previsiblemente entre finales de este año y comienzos
del próximo, en el que se iniciará una gradual recuperación. Así, aunque para
el año que viene se prevé una caída media anual del 0,6%, la economía estaría
ya creciendo a un ritmo interanual del 0,6% en el cuarto trimestre del año que
viene.
El
déficit estaba descontrolado
Las
previsiones del Fondo sobre el déficit público español han perdido buena parte
de su valor desde el momento en que no incorporan el último plan de ajuste
aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy, pero ayudan en parte a explicar
dicho ajuste más allá de las imposiciones europeas. Según el FMI, el déficit
iba camino a situarse en el 7% del producto interior bruto (PIB) cuando el
objetivo era del 5,3%.
Ahora, la
Unión Europea ha permitido a España un
punto extra de déficit para
este año y el Gobierno de Rajoy ha aprobado medidas con un impacto estimado
para este año de 13.500 millones (en torno a 1,3 puntos del PIB), con lo que el
objetivo estaría alcanzable.
Para 2013, la
previsión de déficit era del 5,9%, pero el Gobierno cuantifica las medidas
aprobadas para ese año en 22.860 millones (casi 2,2 puntos del PIB), con lo que
de cumplirse sus previsiones también estaría a su alcance.
En cuanto a la
deuda pública, el FMI prevé que suba al 90,3% este año y al 96,5% el próximo,
pero con dos grandes salvedades: una, no se toman en cuenta las nuevas medidas,
y dos, se computa todo el rescate bancario como deuda por su importe máximo, de
100.000 millones. Pero las perspectivas para la deuda pública española no son
buenas. El FMI no ve dónde está el techo, algo que solo ocurre para España y
Japón. Más información en: www.elpais.com
esta bn chulo tu blog fabi, esta super completo e interesante. me gusto mucho
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